Jamón El Búho, milagro cordobés

13.07.2015 22:06

El jamón serrano elaborado en Agua de Oro por la familia Agüero es uno  de los productos gourmet más emblemáticos de la historia de Córdoba.

Si hay un producto cordobés que a todas luces merece ser degustado y disfrutado, ese es el jamón El Búho. Es un deleite a los sentidos. Su aspecto, aroma y sabor hacen que el simple hecho de probarlo sea un placer eterno. Su color rubí intenso, el brillo que puede verse al cortarlo; su suavidad, la poca presencia de sal y su jugosidad completan la postal del bocado perfecto.
El jamón El Búho está procesado naturalmente, con curado lento y una maduración y añejamiento que alcanza hasta los 18 meses para piernas más gruesas. Se procesan piernas enteras, algunas incluyendo hasta sus pezuñas y claro está, no se inyectan como las piernas industriales. Estamos hablando de un producto artesanal que sólo emplea piernas de origen certificado y control sanitario de Senasa.
Todo comenzó en el año 1948, cuando Don Víctor Fernández trajo el arte y tradición de su España natal en la elaboración de Jamón Serrano a Agua de Oro, en los faldeos de las Sierras Chicas de Córdoba. Comenzó con la cría y engorde de los cerdos que todos los años se procesaban para que los turistas disfruten de sus jamones, lomos embuchados, chorizos de cantimpalo, morcillas y salames, todo en su hostería "Estancia Agua de Oro".
Hoy, la tercera generación sigue con esa costumbre y pasión por los buenos productos y servicios, que ofrecen a todo el público en "El  Búho hotel Rural del Jamón".

¿Dónde encontrarlos?
Pueden saborearse en el Restaurant El Búho de Agua de Oro, ubicado en la misma estancia del hotel, sobre Ruta E-53. También se los puede pedir a los teléfonos (0351) 153-133720/719 y (03525) 49-3230. Restaurantes y demás espacios gourmet también pueden contar con ellos para incluirlos en sus cartas, con tratamiento especial y conveniente, y así ganar y ofrecer a sus clientes un producto regional de primer nivel. Además, se preparan regalos empresariales.

¿Cómo disfrutarlo?
En entradas, como tablas de fiambres, con melón rocío de miel, en ensaladas con rúcula, sobre una pizza con rúcula, en una trucha a la navarra. Como dijera el periodista italiano Pietro Zorba en su visita a la Estancia, este jamón en la boca "es Dios que pasa".